Existe un sólido consenso entre científicos, políticos, activistas y actores sociales en identificar al planeta (Tierra) como víctima del cambio climático. Un consenso incomprensible si tenemos en cuenta que la conclusión es errónea, lo que no contribuye a focalizar el colosal problema del cambio climático y sus consecuencias, que fomenta la incultura científica de la ciudadanía y abona los interesados movimientos negacionistas.
El planeta Tierra ha experimentado a lo largo de su historia de 4600 M de años numerosos y profundos cambios en su masa y en su superficie hasta propiciar uno de los fenómenos planetarios más singulares de nuestro entorno galáctico: la biosfera.
Denominamos biosfera a la suma de todos los ecosistemas de la superficie de la Tierra, que interactúan entre sí y con su entorno constituido por la litosfera, la hidrosfera y la atmosfera. Tres ámbitos o “esferas” que también interactúan entre sí e influyen a su vez en la configuración de los equilibrios de la biosfera.
Podríamos decir sin margen de error que el cambio climático altera y alterará la composición y equilibrio actual de la biosfera, lo que está produciendo ya cambios radicales en todos sus ecosistemas y en las relaciones con su entorno (las tres “esferas”). Homo sapiens sp ha sido un actor necesario en la evolución de la biosfera de los últimos miles de años, y una de sus actividades más características es cultivar la tierra. Una práctica beneficiosa para la expansión del ser humano moderno (la agricultura aparece hace unos 12 000 años), pero de muy difícil asimilación por parte de los ecosistemas y sus equilibrios. El éxito de la práctica agrícola lo demuestra el que actualmente un tercio de la superficie del planeta (5000 Mha) tiene ese uso, de las cuales 170 Mha se dedican a cultivos perennes, y casi un 5% de perennes son viñedos.
El estado actual de la biosfera es en gran parte resultado de la humanidad. La gestión de sus actividades, en especial de la agricultura, han de ser claves para encaminar la dirección de futuros equilibrios de la biosfera si el objetivo es preservar en la medida de lo posible el estatus actual. Y atendiendo a que una parte alícuota de esa clave corresponde a la vitivinicultura, hay que tener en cuenta que la industria del vino tiene una compleja relación con el principal responsable del cambio climático: fija el CO2 en sus viñedos, lo expulsa a raudales durante la fermentación, lo secuestra temporalmente en las botellas de vino… sin contar las emisiones que produce la manufactura y distribución del producto.
Desde esa perspectiva, conseguir la neutralidad en la emisión y absorción de CO2 en el sector vitivinícola va a requerir un análisis e intervención holística de todo el proceso, de la viña a la copa, lo que deberá conllevar cambios profundos en el diseño y gestión de las explotaciones, abandonando actitudes de “no intervencionismo” en la vinificación y evitando el contrasentido de compensar el CO2 emitido mediante la compra de créditos en mercados voluntarios de carbono fuera de la propia cadena de valor (un contrasentido si se gestionan más de 7 millones de hectáreas de cultivo).
Esta nueva actitud debe ser global, porque ha de ser asumida por todos y cada uno de los actores del sector, alejada de viejos y nuevos romanticismos y posiciones emocionales y poniendo al servicio de esta revolución todo el conocimiento científico disponible (que es mucho más que el ancestral). Porque de lo que se trata es de contribuir a salvar en lo posible el equilibrio actual de la biosfera, que es tanto como asegurar la supervivencia de Vitis y la nuestra. No la de nuestras precarias creencias.
Así que vamos a dejar el planeta en paz.
NOTA 1: El planeta Tierra, sean cuales sean las evoluciones de la biosfera y sus ecosistemas, seguirá su curso (cambios climáticos incluidos) al ritmo que le marque su estrella, sin alteraciones muy remarcables e irreversibles hasta dentro de unos 1000 millones de años, muy lejos ya del horizonte de la humanidad, para acabar seguramente absorbido por el Sol convertido en una gigante roja, en unos 4000 millones de años más.
NOTA 2: Lecturas introductorias recomendables:
Uso de la tierra en la agricultura
https://www.fao.org/sustainability/news/detail/es/c/1279267/
Superficie dedicada a viñedos a nivel mundial de 2000 a 2022
https://es.statista.com/estadisticas/1292500/superficie-mundial-de-vinedo/
¿Qué es la neutralidad de carbono y cómo alcanzarla para 2050?
https://www.europarl.europa.eu/news/es/headlines/society/20190926STO62270/que-es-la-neutralidad-de-carbono-y-como-alcanzarla-para-2050
Las compensaciones de carbono no están ayudando al planeta: cuatro formas de solucionarlas
https://www.nature.com/articles/d41586-023-02649-8
La mayoría de los créditos de compensación de CO2 se basan en cálculos ficticios
https://www.eldiario.es/sociedad/creditos-redd-co2-bosques-calculos-ficticios_1_10462869.html
¿Qué sabemos realmente de la inserción de carbono en la industria vitivinícola?
https://sustainablewineforeveryone.com/es/what-do-we-really-know-about-carbon-insetting-in-the-wine-industry/
La intensidad del manejo del suelo de los viñedos afecta los indicadores de salud del suelo y la diversidad de plantas en los paisajes vitivinícolas del sur de Australia.
https://oeno-one.eu/article/view/7432