El vino atrae la curiosidad de las personas por sus misterios, pero especialmente por su complejidad e infinidad de aromas, sabores, texturas y colores. Tanto es así que el Museo de la Ciencia de Valladolid ha decidido inaugurar recientemente una sala permanente dedicada a divulgar los aspectos científicos y tecnológicos de esa bebida. El hilo que conduce la muestra es hilvanado a través de las actividades de investigación del químico francés, Louis Pasteur, responsable de importantes hallazgos para el desarrollo del proceso de elaboración del vino y descubridor del proceso de pasteurización para la conservación de los alimentos.
Titulada «Pasteur, el detective del vino», la exposición, primera en el país con este fin, hace justicia con el papel destacado que debe jugar la enología en España. Las secciones de la muestra siguen los patrones de los grandes centros de divulgación científica de Europa, contando con recursos interactivos audiovisuales donde está «prohibido no tocar». «Los formatos expositivos promovidos por las instituciones públicas deben adaptar su oferta a las nuevas exigencias y expectativas del público al que sirven», comenta Francisco Javier León de la Riva, alcalde de la ciudad y presidente de la Fundación Museo de la Ciencia de Valladolid, en la página electrónica del museo (www.museocienciavalladolid.es).
Los módulos en los que se estructura la exposición explican desde los descubrimientos de Pasteur para la conservación de los alimentos hasta las cualidades visuales de las diferentes variedades de vinos, pasando por el descubrimiento de sus diferentes aromas a través de un emisor de esencias. Otros aspectos como la historia de esta peculiar bebida, el cultivo de la vid y el proceso de elaboración del vino también están presentes en la sala.
Según Óscar Menéndez, comisario de la exposición, para el químico francés, el vino fue una de sus prioridades, más allá de haber estudiado otros productos como la seda y la cerveza. «Tenía una gran capacidad de solventar problemas diarios y estaba preocupado por la industria vitivinícola de su país. Gracias a sus estudios fue posible solucionar cuestiones importantes relativas a la conservación del vino», explica Menéndez