Ha terminado la vendimia en Europa y las condiciones climáticas extremas que obligaron a comenzar la recogida antes de tiempo por la rápida maduración del fruto, las lluvias o la intensa humedad que favorecieron la aparición de plagas y enfermedades para los viñedos, hicieron que la campaña fuera menos próspera que el año anterior en países como Francia, Italia, España, Portugal y Grecia.
Las cifras de la última campaña
En Francia, la producción podría caer hasta un 1 % respecto al año anterior llegando a 47,12 millones de hectolitros debido al frío en el momento de la floración y a la humedad del verano; Italia retrocede en un 12 % y España en una proporción menor cercana al 5 %, debido a la temprana maduración de la uva por las altas temperatura del mes de agosto en algunos sectores, consiguiendo menor cantidad de uva, aunque favoreciendo la calidad. Otros países del hemisferio norte en cambio, como Alemania, Bulgaria, Rumania y, en especial, Estados Unidos, esperan aumentar su producción de vino para este año.
Mientras tanto, en el hemisferio sur, se observa un brusco descenso de un 25 % de la producción australiana debido a una intensa sequía, pero manteniendo los niveles alcanzados durante 2006 en el caso de Argentina, Sudáfrica y Chile.
Europa representa un 69 % de la industria global del vino, por lo que una disminución en la producción de los principales exportadores de este continente tiene repercusiones mundiales. Se espera un descenso de aproximadamente un
5 % de la producción europea durante 2007, lo que supondría unos 271,2 millones de hectolitros, según ha informado la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Pero lo ocurrido en la última vendimia no permite analizar todo el panorama mundial de la vitivinicultura. Para entender la tendencia actual de la industria del vino hay que observar las distintas variables registradas durante el último período, las que se presentaron en junio de este año en el marco del congreso de la OIV en Budapest (Hungría).
En esta oportunidad, el director general, Federico Castelluci, presentó el informe sobre la situación de la vitivinicultura mundial en 2006, en presencia del viceprimer ministro húngaro, Péter Kiss y los representantes de los 43 Estados miembros de la organización. En el informe se encuentra los datos estadísticos completos del potencial de la producción, de la superficie vitivinícola, de la superficie de viñas, de la producción global, de los volúmenes de exportación y de importación de vino, así como el mercado de uvas destinadas al consumo fresco y del mercado de las uvas pasas.
El informe señala que la superficie vitivinícola total ha retrocedido en comparación al año 2005, alcanzando las 7 928 000 hectáreas, donde Europa sigue siendo el líder indiscutido con un 58 %, seguida por el continente asiático con un 22 %, América con un 13 %, África con un 5 % y Oceanía con un 2 %.
El consumo de vino
Entre los aspectos interesantes que cabe destacar están los relacionados con el consumo, los que se muestran en la figura 1, donde observamos el claro liderazgo que mantiene Europa con un 67 % del vino consumido, a pesar de experimentar un descenso prolongado durante los últimos años.
En la Unión Europea se registró una disminución en el mercado interno de vino durante el 2006, año en que se bebieron 800 000 hectolitros menos que en el año anterior, según la OIV, incluso en países de alto consumo como el Reino Unido. Estas cifras supusieron un excedente acumulado de 42,8 millones de hectolitros. Entre los primeros diez consumidores de vino se encuentran: Francia, Italia, Estados Unidos, Alemania, España, China, Reino Unido, Argentina, Rusia y Rumania, superándose un total mundial de consumo de 240 508 hL.
Mercados emergentes y consolidados
Hay países que han destacado especialmente por el aumento considerable de su consumo de vino en los últimos tiempos y que se presentan como potenciales mercados en crecimiento a largo plazo. Entre ellos destacan Estados Unidos, Rusia, Alemania y China. El caso de Rusia es especialmente significativo dentro de los nuevos consumidores, ya que está proyectando un incremento de importaciones sostenible para los próximos años.
Rusia
Un estudio elaborado por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) sostiene que Rusia es uno de los países con mayores índices de consumo de alcohol del mundo en bebidas tradicionales de alta graduación, como el vodka y en menor medida, el coñac. Sin embargo, aunque el consumo de estas bebidas alcohólicas sigue siendo elevado, el consumidor ruso empieza a demandar bebidas de menor contenido alcohólico, más elaboradas y con una marca asociada a una serie de valores y a una imagen. El vino es una de estas bebidas y su popularidad aumenta con fuerza desde hace ya algunos años debido a que su consumo parece ser un indicador de prestigio social en aquel país.
La producción rusa no es capaz de satisfacer la demanda existente debido a la insuficiente oferta y a la baja calidad de sus vinos. Por esta misma razón la mayor parte del vino consumido en Rusia es importado (aproximadamente un 55-60 % de la oferta total).
Todo indica que Rusia será uno de los mercados más prometedores para el vino en el mundo: está creciendo entre un 12 y un 15 % anual y se pronostica que para los próximos tres años llegue a representar un 20 %.
El vino español está bien posicionado dentro de este mercado, es conocido y asociado a un producto de calidad elevada. No obstante, el consumo de vino español con DO es aún reducido debido a la calidad relativa y los precios elevados que muchos ciudadanos rusos aún no están dispuestos a pagar.
Alemania
Otro gran consumidor de vinos es Alemania, que se ubica en cuarta posición después de Francia, Italia y Estados Unidos. Con aproximadamente 13 millones de hectolitros de vino importado, Alemania representa, en volumen, el mayor país importador de vino. Según el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), Alemania, es el primer comprador en volumen de productos vinícolas a nivel mundial alcanzando los 13 915 198 hL. Desde 1991, momento en que se inician las estadísticas de Alemania unificada el mercado ha crecido en un 65 %, llegando a un consumo de 19,8 L/ persona al año durante 2005. Sus principales suministradores son en orden decreciente Italia, Francia y España y a su vez uno de los principales destinos de las exportaciones españolas, las que han logrado ubicar productos de mejor calidad y mayo precio, en especial los vinos tintos que han crecido de un 7,3 % a un 9,7 %. Hay que señalar que el retroceso de proveedores como Francia e Italia han favorecido el reconocimiento de los vinos españoles en este mercado durante 2007.
Asia
Otro mercado en crecimiento en el contexto mundial es el asiático. Hong Kong es considerada la puerta de acceso a este nuevo mercado y China es, hoy en día, el país más atractivo para productores y distribuidores ya que representa un gran volumen de negocio con un consumo de 500 millones de botellas al año y que se estima ascenderá hasta los 760 millones en muy poco tiempo. En China, donde la tasa de los que beben vino está creciendo alrededor de un 10 % anualmente desde los ochenta, el vino también se considera como la nueva bebida de moda de una juventud que busca novedades y nuevas señas de identidad.
Importaciones y exportaciones de vino
El consumo está directamente relacionado con las importaciones de vino. En este aspecto, Europa se ubica nuevamente a la cabeza de los datos macroeconómicos con un 76 % de importaciones, debido a que los principales compradores del producto son en su mayoría países de este continente.
Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia, Francia, Países Bajos, Canadá, Bélgica, Dinamarca y Suiza son los diez principales países importadores de vinos, la mayoría europeos.
En cuanto a las exportaciones la evidencia demuestra que el único continente que no vende vinos es Asia, que tan sólo produce para su propio consumo, además de importar un 5 % de la producción de vino mundial. Los principales países exportadores son por este orden: Italia, Francia, España, Australia, Chile, Estados Unidos, Alemania, Portugal, Argentina y Sudáfrica.
Más de la mitad de los vinos elaborados en el mundo provienen de la Unión Europea. En primer lugar de los exportadores se encuentra Italia, seguida por Francia y España. Italia es el país con mayor cantidad de variedades de uva diferentes, cada una con sus características y calidades distintivas. Sin embargo, durante el 2007 se observó un brusco descenso en su producción total. Se comenta que ésta ha sido la peor cosecha en de los últimos 60 años, según la Asociación de Enólogos Italianos (Assoenologi).
Por su parte, las exportaciones españolas de vino han llegado a los 1094,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 11 %, mientras que el volumen exportado ha alcanzado los 975,3 millones de litros, un 7 % más que durante el 2006, según los datos de la Federación Española del Vino (FEV).
La situación mundial en el mercado del vino presenta alzas y bajas según los datos recogidos en la elaboración de este informe y, por tanto, sólo queda esperar un nuevo documento oficial de la OIV para analizar si la disminución de la producción de vino de grandes exportadores como Italia, el retroceso de las viñas a escala mundial y la variación en el consumo de diferentes mercados hará variar significativamente la situación vitivinícola para la presente campaña y sus proyecciones futuras respecto a los precios, variable fundamental para la toma de decisión de los principales interesados: los consumidores.